Justo cuando pensaba que tu actitud no podía ponerse peor, me sorprendes. ¿Y sabes qué? Creo que aún puedes llegar a ser peor. Nuestra relación empezó bien, pero poco a poco se ha vuelto tóxica. Ya nada es lo mismo. Me tratas como una mierda, como si mi vida no valiera un coño, y lo peor es que termino acostumbrándome al mal trato. No debe ser difícil darte cuenta que tú, desde hace años, entraste en un espiral descendente al cual me arrastraste, y yo quedo aquí, jodido, tratando de bloquear sentimientos sobre lo nuestro, no vaya a ser que salga alguien a defenderte cuando cualquiera con pensamiento crítico sabe que eres indefendible.

Yo me caracterizo por buscarle siempre el lado positivo a las cosas, pero es difícil cuando cada día, cada hora, cada minuto, me bombardeas de calamidades. Ayer, por ejemplo, estuve en 10 farmacias buscando mi antiepiléptico, solo para terminar encontrando una caja de 600mg la cual se acabará en una semana. Después de eso no sé que voy a hacer y aún no me he estrellado con la realidad, ya que todavía no siento nada al pensar que quizás llegue el momento donde no encuentre el medicamento. Aún así, como siempre, traté de buscarle el lado positivo a todo esto, pero ya no puedo.

No es posible que me despierte, lea el puto Twitter y me entere de que anduviste por ahí de madrugada destruyendo sueños. Vaya manera de empezar el día; es como si la depresión de pronto se convirtió en mi estado natural. Puedo respirar, pero siento que no tengo aire.

Ahora te la das de exclusiva, haciendo que se formen colas para comprar vainas básicas, tardándote más de 3 meses en entregar un pasaporte, pidiéndote permiso y poniendo límites para viajar ¿qué coño?. Yo sé que tu no eras así, esa fue la mala junta, pero sabes, la gente que te rodea y que pertenece a tu círculo social son las que te forman, así que al final no me importa tu belleza o todos los premios que has ganado cuando cada vez que salgo contigo tengo el temor de que reencarne en un titular sensacionalista.

La gente ha opinado sobre lo nuestro, unos dicen que vamos en progreso y que no nos está pasando nada, otros que esto es una bomba de tiempo a punto de explotar, y si es así, no quiero quedarme en la zona cero. Ya hemos tratado de recuperar nuestra relación, incluso con la ayuda de otros, pero nada parece funcionar, nada parece mejorar. Estoy casi convencido de que hemos llego al punto de no retorno.

El mejor método para superar a alguien, además de cortar el contacto, es enfocarse en actividades que te mantengan entretenido. De esa manera estarás concentrado en una sola cosa y no entrará ningún pensamiento a hackearte el cerebro, pero es difícil hacer eso cuando salgo a la calle y todo me recuerda a ti: el sonido estruendoso de la moto, la sensación apocalíptica al ver los anaqueles vacíos, la trágica historia de la señora en la cola sobre como atracaron a su hija, el súbito corte de luz mientras estoy trabajando en la computadora. Son tantas las cosas que a veces siento que no eres tú la que es una bomba de tiempo, sino yo. Un día de estos voy a pasar tantas arrecheras juntas en la calle que mi cabeza va a explotar y los sesos quedarán repartidos en los cuerpos de los guajiros haciendo la cola para la leche, así por lo menos escriben sobre mí en La Patilla y la señora con la imagen de Jesucristo en su foto de perfil puede seguir comentando que la justicia divina se encargará de todo.

Quiero creer que algún día vas a cambiar, que volverás a ser cariñosa y no una perra, pero por ahora seguiré soportando tus coñazos, como ya es costumbre. No me queda de otra, aunque ya estoy haciendo lo posible para terminarlo. El tiempo dirá si finalmente nos vamos a separar o seguiré estancado en esta relación abusiva.

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