Esta tarde agarré un taxi en la calle. Era del sambil. El conductor era un negrito de aproximadamente 50 años. Al principio todo iba bien, yo nunca le busco conversación a un taxista. Si él me habla, yo le respondo, pero en realidad no me gusta. A los dos minutos se acabó el silencio y me preguntó por qué semestre de mi carrera iba. “No es por semestre, es por año, y voy por el tercero”. También preguntó si tenía novia, lo negué. “No chaaamo, ujté tiene que tener novia, tiene que meter hueeevoo”… me empecé a preocupar. Mi risa en ese momento fue una especie de carcajada con WTF-nismo. Un extraño, mucho menos un taxista, no debería decirte esas cosas, en mi opinión. “Nooo mijo, mirá, yo a los 17 metí huevo y a los 19 ya estaba casa’o”, dijo. “Qué edad tenei vos?”, preguntó. “19”, le respondí. Alterado, dice: “Ah?! 19?! No chico voj tenei que mete’l huevooo, pa hacer eso no tenei que tener una noviaa”. La conversación se hacía cada vez más extraña y tenía ganas de bajarme del carro, pero ya había pagado 15bs. “Y a los hombres? Tampoco le metei? Ve que esoj andan por toa’s partej. En el sambil hay un verguero… ahí en la Urbe. Esoj cuando ven un negro como yo aaaa se vuelven locoj”. En ese momento recordé una frase de Fight Club: “We’ve just lost cabin pressure”. Lo único que hacía era reirme y reirme y no respondía nada. Al rato dejó de hablar y pude llegar a mi casa. Entonces no se qué conclusión sacar, es posible que el taxista 1. definitivamente es un culión, 2. buscaba sexo, 3. tiene problemas sexuales.

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